Todos quieren irse...

DÍA INTERNACIONAL DEL MIGRANTE

FELICES FIESTAS

"El Nogal de mis abuelos" para Ana y Juan en su matrimonio

Destrucción

... el beso

Esperando un resplandor

... mentira

Insultos

Otoño en la Vega de Granada

Ventana 2.0... nueva versión

Yo y mi manía con este relatito....
Ahora al estilo Glogster

A garrotazos

Altar de muertos

Si hay algo en este mundo que me fascina son las dinámicas de sincretismo religioso en Latino América  En este caso traemos una de las más fascinantes muestras: los altares de muertos mexicanos. He tenido la oportunidad de verlos en un par de ocasiones en el Museo de América de Madrid. No me voy a extender mucho más en la descripción y significado del mismo ya que las imágenes lo dirán todo por mi. Espero que les guste.

Colombia se toma el Museo de América

En este puente de Primero de Noviembre he tenido la oportunidad de regresar al Museo de América. Hacerlo siempre es un placer, además de ser una amante de la Historia de América Latina, es porque siempre descubro algo nuevo y nunca me marcho sin haber aprendido algo más.

Esta vez pudimos visitar la exposición temporal "Colombia se toma el Museo de América" (cuyo comisario ha sido Lucas Agudelo) que estará del 26 de Octubre al 29 de Noviembre. Más que una exposición al uso o clásica, se ha querido generar (según he querido entender) un espacio para repensar Colombia desde el propio país y desde España. En sus propias palabras "es una iniciativa del Consulado General de Colombia en Madrid, promovida por Sergio Montoya, director del programa Colombia Nos Une del Ministerio de Relaciones Exteriores, junto con el Museo de América, que abre sus puertas a esta apuesta por el Arte Participativo, Activo y de impacto social que desarrollan creadores, articuladores y gestores colombianos en el contexto de la Comunidad de Madrid". 

Para los que no estén acostumbrados tal vez resulta extraño el espacio diáfano (dedicado a bailes y representaciones a los que por desgracia no pudimos acudir) dedicado a expresiones artísticas de gran y mediano formato así como a dinámicas de participación del visitante. Pero si que es cierto, que puede ser considerablemente alentador, cercano y emocionante a todos los que conocen Colombia o son de allá y a aquellos que entienden que todos, en cierto modo, somos participes de las expresiones culturales que se producen en nuestras respectivas comunidades... y solo a través de ellas podemos reconocernos a nosotros mismo y a los demás.

Acá les dejo algunas fotos de nuestra visita que sin duda serán más ilustrativas:

Cartel de bienvenida

Mural

Rayuela con una interesante disyuntiva

Dibujos

Libros hechos de cartón y materiales reciclados

Puertas y ventanas

Así hablan los "conquistadores"

LA CANCIÓN DESESPERADA

EMERGE tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!

Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!

En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue
           naufragio!

Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.

Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!

En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!

Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.

Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.

Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.

Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ése fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!

Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
de pie como un marino en la proa de un barco.

Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.

Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.

Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.

Es la hora de partir. Oh abandonado!

NERUDA

... norte

Cosas que pasan